La ansiedad por comer no es un capricho.
Es una respuesta neurobiológica muy concreta: tu sistema nervioso entra en modo alerta y usa la comida como regulador emocional.
No eres tú. No es tu “debilidad”. Es tu sistema sobreviviendo como puede.
La ciencia detrás de la ansiedad por comer:
El estrés activa el eje cortico-límbico, aumenta cortisol y cambia la percepción de apetito. El cuerpo pide energía rápida… y ¿qué alimentos dan energía rápida?
Los peores. Ultra procesados, azúcar, grasas.
Pero acá viene lo importante: una buena alimentación ayuda a calmar el sistema, no a dispararlo.
Hábitos que sí funcionan:
— Comer más fibras: bajan el cortisol y estabilizan la glucosa.
— Incluir proteínas vegetales: aumentan saciedad real.
— Incorporar superfoods que regulan energía.
— Evitar largos períodos sin comer.
— Practicar respiración antes de comer.
¿Por qué los productos Picky Plants ayudan aquí?
Porque están hechos para estabilizar, no disparar. Son snacks y alimentos equilibrados, con fibras, nutrientes reales y energía sostenida.
En momentos de ansiedad, tener opciones realmente saludables a mano hace la diferencia entre un atracón y una regulación.
Cuando entiendes tu sistema nervioso, dejas de pelear contigo mismo y empiezas a tomar decisiones inteligentes.



